-maestro, ¿cómo puedo saber si soy subnormal?

-¿alguna vez has te has dejado olvidada en un restaurante la mochila, las llaves de casa, las llaves de la moto, las llaves del coche de tu padre, los papeles de la moto, las tarjetas de crédito, el carnet de conducir, el carnet de identidad, la tarjeta de socio de la fnac y un boli pilot de puta madre?

-sí, maestro. ayer mismo.

-eres subnormal.

-gracias maestro. una cosa más, ¿puede llegar a existir un ser más subnormal que yo?

-no

-vaya, me siento un poco mal. -digo mientras golpeo mis testículos contra la esquina de una mesa strönholm, sobrevalorada en precio y gusto pero lacada en blanco, lo que la hace bastante atractiva.



moraleja:
descubrir que tu cerebro tiene un tamaño ligeramente inferior al de un trisómico 21 (también llamados monguer, infantas y guti), no es bueno para tu autoestima.