-tú primero.
-¿por qué yo? tú.
-no, tú.
-tú.
-tú.
-los dos a la vez. a la de tres.
-vale.
-uno... dos... dos y medio.
-va, no seas tonto.
-vale, vale, esta bien. pero cierra los ojos... ¿ves algo?
-no, ¿y tú?
-tampoco. vamos: uno, dos y tres.
...
-no vale. has hecho trampas.
-tú tampoco te lo has bebido.
-¡te quiero!
-yo más.
-no, yo.
-yo.
-vale tú. es broma.
-que tontín eres. lástima que la gente sólo conozca tu parte mala.
-sí, es una pena. ¿qué se le va a hacer? venga, va. vamos al lío.
-vale. pero ahora cuento yo. y no vale hacer como que te lo bebes.
-dame un besito.
-te lo digo en serio. si haces trampas me enfadaré.
(se besan)
-empiezo, cierra los ojos. uno, dos y tres.
...
-hala, ya está, no he dejado ni una gota.
-yo tampoco, mira.
-este orujo es la hostia de fuerte.
-sí... ¿me vas a echar una mano con lo mío?
-lo siento, no puedo.
-yo lo hice. además, estoy loco por ti.
-no mezcles los sentimientos con los negocios. bastante mal lo estoy pasando.
-¿no hay nada que pueda hacer para convencerte?
-no.
-tenía que intentarlo.
-¿me escribirás?
-por su puesto."*